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El Faro de Triana: Vistas increibles

El Faro de Triana: Vistas increibles
El Faro de Triana: Vistas increibles

RESTAURANTE EL FARO DE TRIANA

Localización: Plaza del Altozano, Sevilla. Barrio de Triana


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Especialidad: Tapeo y pescaito frito

Opinión:
Lo mas atractivo de este lugar son sus increíbles vistas al río Guadalquivir donde tienes una visión privilegiada del casco antiguo y las orillas del río. Recomiendo subir a la terraza y sentarte una mañana soleada de primavera o de invierno y sentir el solecito mientras saboreas un buena ración de chocos, lagrimitas de pollo o pescaito frito.

El Faro de Triana, justo a la entrada del Barrio de Triana

Lagrimitas de pollo y Presa Ibérica con Jamón y Huevo frito

Vistas maravillosas, solecito y un buen plato de puntillitas

Una de las vistas más bellas de Sevilla

Las lagrimitas de pollo las probé antes en otro sitio de Sevilla, en el Bar Santa Ana (C/Pureza,82) donde descubrí ese pollo rebozado que tenía un adobo particular. Siempre he tenido curiosidad por como se hacían, vamos qué llevaban… y buscando la receta he encontrado esto:

Receta Lagrimitas de Pollo

Ingredientes para el adobo: (al gusto y según la cantidad de pechuga que se vaya a preparar)
– Ajo picado
– Perejil
– Sal gruesa
– Zumo de un limón

Preparación:
1.- Cortar las pechugas de pollo en tiritas
2.- Preparar el adobo y cubrir con el las pechugas de pollo. Dejar reposar como 2 horas.
3.- Pasar las pechugas por huevo y pan rallado y freir.

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Restaurante Taberna Los Coloniales
Localización:
C/Fernández y González, 36-38 Sevilla

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Especialidad: Tapeo
Opinión:
Es uno de los primeros restaurantes de tapas que me llevaron a conocer cuando visité Sevilla y quedé fascinada por lo rico que estaba todo y especialmente por un pan con salmorejo, carne mechada y jamón ibérico que me supo a gloria. De coña a mis amigos les decía que en mi tierra el jamón no brillaba, ni estaba tan rico como este.

Hay que armarse de paciencia porque siempre está lleno de gente, pero te apuntan al llegar en una pizarra y con calma te avisan para ocupar mesa. Puedes estar esperando dependiendo del día unos 20 minutos. Pero de verdad que vale la pena porque las raciones son abundantes, ricas y no muy caras. Eso si, la sobremesa te tocará disfrutarla en otro lugar, porque los camareros te van a ventilar pronto del sitio, siempre está lleno y les interesa que dejes las mesas vacías rápido. La tertulia y el cafetito en otro sitio. 😉

Fotos y recetas:

Entrada del establecimiento

Pizarra donde anotan los turnos

Carta de la Taberna Los Coloniales

Tabla Ibérica: Salmorejo, Jamón Ibérico y Huevos de Codorniz

Solomillo al Roquefort

Champiñones rellenos Strogonoff (tapa especial del día)

Crujiente de Berenjenas con Miel

Presa Ibérica y Tabla especial de la Casa (salmorejo, carne mechada y Jamón)

Pan con salmorejo, carne mechada y el jamón que brilla

Tenía curiosidad por saber en que consistía eso del «Strogonoff» e indagando mas tarde en casa, he descubierto que se trata esencialmente de una salsa que se suele hacer con carne de ternera. De hecho estos champiñones que he comido hoy estaban rellenos de trocitos de ternera encima de un lecho de esta salsa y cebollita.

Pongo aquí una receta de Ternera Strogonoff por si alguien tiene curiosidad.

Ingredientes:
3/4 kg de morcillo de ternera cortada en tacos
2 cucharaditas mostaza
2 cucharadas zumo de limón
1 cebolla picada fina
4 ó 5 cucharadas de aceite
1 pastilla de caldo concentrado de carne
1 cucharadita de pimentón dulce
1/2 cucharadita pimienta negra
1/3 taza concentrado o salsa de tomate
200 g champiñones
250 cc de nata líquida para cocinar
Sal, aceite de oliva y perejil
Puré de patatas parra acompañar (opcional)

Elaboración:
Poner la carne en un bol, añadir la mostaza y el zumo de limón y dejar adobar de un día para otro.
Saltear la cebolla en el aceite y retirarla. En la misma sartén sofreir la carne escurrida. Cuando esté dorada incorporar el pimentón, la pimienta, el líquido del adobo de la carne, el concentrado de tomates disuelto junto con la pastilla de caldo de carne en una taza de agua hirviendo, los champiñones lavados y picados y la cebolla frita.
Dejar todo a fuego suave y tapado hasta que esté blando. Sazonar si fuese necesario y añadir la nata líquida, mezclando bien. Dejar reposar unos minutos.
Servir espolvoreado de perejil y acompañado de puré de patatas.
Fuente receta: Gastronomía La Verdad

En fin, con esta entrada doy por inaugurada una nueva sección en el blog donde haré recomendaciones gastronómicas. Acabo de mudarme a vivir a Sevilla y cada día descubro un sitio nuevo que tiene algo de especial (ya lo decía la canción eso de que Sevilla tiene un color especial jejeje…) . Así que iré compartiendo esos sitios en Cocinicas.

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Varias de las cocinicas hemos hecho la receta este finde . Aquí os dejamos nuestras impresiones sobre la elaboración de la Piña Caracas con queso y nueces.

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ACTUALIZACIONES:

PuRiRuRi on 09/01/2012 at 11:56 said:
Preparé la piña con la thermomix, y se llevó una hora en velocidad cuchara, giro a la inversa y temperatura 100º

neferett on 09/01/2012 at 13:33 said:
Yo lo hice mediante el método tradicional (cazo y fuego lento), sin remover constantemente como hace CP sino de vez en cuando (“meaculpa” pq soy de poco dar vueltas jajaja…) y tardé el mismo tiempo que él, unos 50 minutos y me quedó bastante rica la piña. Logré ese almibar agridulce que hace especial esta CPRZ.

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Piña Caracas con queso y nueces

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Quien me conoce sabe de sobra que no soy lo que se dice un chef; no tengo ni la habilidad ni la inspiración para serlo, y normalmente dejo la cocina mínimamente sofisticada a la gente a la que le gusta de verdad. Eso sí, como todo escribiente tiene un borrón, tengo un plato que preparo habitualmente y que es un éxito asegurado. Es un entrante (aunque haya gente que insista en que es un postre) de queso con piña, pero con un punto especial que le hace tener un sabor delicioso.

No sé si este entrante tiene un nombre concreto; lo probé en la boda de unos amigos venezolanos, así que supongo que será típico de aquel país. Lo que sí que se es que todo el que lo prueba acaba repitiendo 😀 Este muy sencillo de preparar; la única pega es que la preparación es un poco tediosa, pero aquellos de vosotros que tengáis un robot de cocina podéis ponerlo a trabajar y ahorraros un buen rato de andar removiendo.

INGREDIENTES
-Un bote mediano de rodajas de piña en su jugo, o cantidad equivalente de piña troceada (~ 400-500 gr.)
-Unos 100 gr. de nueces (peladas)
-Un par de tarrinas de queso Philadelphia o equivalente (~500 gr.)
-Vinagre y azúcar (una taza de cada)
-Crackers salados para servir (o cualquier modalidad de panecillo al gusto)

Os recomiendo comprar nueces ya peladas y la piña ya troceada para ahorrar tiempo, aunque obviamente si tenéis paciencia podeis usar igual nueces enteras o piña en rodajas. También recomiendo usar vinagre de vino (luego explicaré porqué) y azúcar blanquilla (con azúcar moreno no lo he probado).

PREPARACIÓN DE LA COBERTURA

La preparación de la cobertura es muy sencilla, aunque es el punto más aburrido de la preparación del plato porque exige estar un buen rato remueve que te remueve. En un cazo ponemos una taza de vinagre, una taza de azucar y la piña (si tenéis la piña en rodajas, troceadla a daditos no demasiado grandes). Aunque en principio sea sorprendente (a mí me lo pareció, desde luego), no hace falta más que el vinagre, la piña y el azúcar. De hecho, es mejor escurrir el jugo, porque si no estaréis todavía más rato.

A continuación, la mezcla se pone a fuego medio-bajo sin parar de remover. Con el tiempo el líquido se irá evaporando; la idea es llevarlo a un punto tal en el que quede un almíbar muy espeso (el líquido que quede debe tener apenas un par de milímetros de profundidad). Aquellos afortunados que tengan Thermomix o similar pueden ponerlo en la posición de remover y dejarlo trabajar tranquilo; al resto de los mortales nos toca estar removiendo y esnifando vapores de vinagre durante un buen rato (a mí me suele tardar en reducirse entre 45 y 60 minutos).

El resultado final es una masa de piña troceada y una pequeña cantidad de almíbar bastante viscoso (cuando se enfríe se quedará mucho más sólido). Puede que la piña se haya oscurecido un poco porque tiende a coger el color del vinagre, de modo que es mejor usar vinagres claros que oscuros (por ejemplo, si usais vinagre de Jerez la piña os quedará muy negra, aunque está buena igual). La piña «en su almíbar» se mete en la nevera durante unas horas hasta que esté bien fría.

PREPARACIÓN DE LA BASE

La base es simplemente queso de untar con nueces, que colocaremos estratégicamente en un recipiente adecuado. Troceamos las nueces peladas para que los trocitos no sean muy grandes, extendemos una capa de queso, espolvoreamos las nueces, extendemos otra capa y alisamos el conjunto. La idea es que quede una base plana de queso con las nueces dentro de manera más o menos homogénea.

Lo ideal es que esta base mida como dos dedos de alto. Con las cantidades que hay en la receta, esto corresponde a un recipiente más o menos del tamaño de una cuartilla. En la preparación de las fotos me salieron dos recipientes del tamaño que se muestra.

PRESENTACIÓN FINAL

Una vez esté bien fría la piña, se vierte sobre la base extendiéndola uniformemente y se sirve con cualquier panecillo o similar que sirva de base (yo suelo usar crackers salados, que le van estupendamente). Para servir, basta con llevar el cuchillo hasta abajo del recipiente y sacar un poco de todo: piña, queso y nueces. Y… ¡a chuparse los dedos!

Aunque está mejor recien hecho, este plato aguanta varios días en la nevera por si sobra, dado que, a pesar de lo rico que está, es bastante contundente… Y no es plan de derivar la atención del plato principal de la comida, ¿no? 🙂

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Cardo en salsa de almendras

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Para elaborar la receta de Cardo en salsa de almendras necesitaremos los siguientes ingredientes (para cuatro personas):

3 varas de Cardo
25 gramos de Almendras fritas
3 dientes de ajo
1 ramita de perejil
1 rebanada de pan
Aceite, Sal y Agua


ELABORACIÓN
Limpiamos los cardos quitándole los hilos que lleva longitudinalmente. Podemos hacerlo con un pelador.
Cocemos el cardo en agua con sal en la olla rápida durante 15 minutos. Doramos en una sartén con aceite la rebanada de pan y los ajos junto con las almendras. Reservamos.
Colocamos en un vaso de batidora el contenido de la sartén junto con parte del caldo del cardo y batimos.
A continuación escurrimos el cardo y añadimos la salsa. Coceremos unos 10 minutos para que el cardo tome sabor de la salsa (procurar que quede espesita no añadiendo mucho caldo)

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