Se me ha ocurrido hacer una versión casera del pollo Teriyaki que sirven en el Foster y que tan rico me está (eso y la ensalada es lo que como allí últimamente por culpa de la dieta). Y como el experimento me  ha salido bastante bueno pues.. a compartirlo.

Es muy fácil de preparar, mas o menos unos 20 minutos.

Mientras que cueces el arroz en un cazo, en una sartén con aceite sofríes una cebolla pequeña a trocitos , cuando ésta +/-  esté empezando a ponerse blandita añades el calabacín cortado a daditos pequeños (o usas el congelado de hacendado que viene de perlas).Yo no le he puesto pimiento, que es la versión inicial, porque me repite mucho, con calabacín también ha salido muy rico. Mientras la verdura va pochándose poco a poco en la sartén pues… a cortar la pechuga de pollo en cuadraditos y a salpimentar.

Retiras la verdura a un plato y aprovechas para freír las pechugas en la sartén o hacerlas en la plancha (eso ya va al gusto). Cuando las tenemos en la sartén añadimos un poco de jengibre en polvo sobre los dados de pechuga (así conseguimos un aroma y sabor algo oriental), así no comeremos una simple pechuga de pollo (el mundo de las especies ha venido a mi con esto de la dieta, sino todo es muy aburrido).

Mientras que hemos estado con las verduras y el pollo, el arroz se habrá cocido (20min), lo escurrimos y en una sartén lo salteamos junto con las verduras que teníamos retiradas. Es el momento ahora de añadir  la salsa de soja. Para que no quede con un sabor muy fuerte podéis probar con la salsa de soja dulce, yo la tengo normal pero añadiendo una pizca de azúcar a la salsa y calentándola al microondas no resulta mal en invento.

Pues eso… añadimos a las verduras y el arroz la salsa de soja y le damos unas cuantas vueltecillas en la sartén (en ese momento la cosa huele que alimenta ya).