La primera vez que probé una Quiche casera fue en casa de Bego y Toni, y fue gula a primera vista!! … o sea la devoré en un plis y me quedé con las ganas de hacerla en alguna otra ocasión. Esta vez tenía una oportunidad para cocinar para los amigos y estrenar la receta que me hizo llegar amablemente Toni y que ahora comparto con vosotros.
Con el lio de la cena no pude hacer fotos al proceso y no son mías las del resultado final, pero os pongo otras que he visto por la red y que son de la misma receta. La misma pinta deliciosa tenía. También os pongo unas curiosidades que he encontrado sobre ella en el blog Las recetas de mamá (que de ahí es de donde la sacó Toni por lo que he visto):
Esta tarta salada es un clásico de la cocina francesa. Fue creada en torno al siglo XVI en la región de la Lorraine. Una quiche se puede hacer con muchos rellenos diferentes, pero una “quiche lorraine” se prepara con nata, huevos, bacon ahumado y queso.
Para realizarla necesitamos los siguientes ingredientes:
Masa Quebrada (yo usé la de la Cocinera)
200 g de bacon ahumado
200 g de queso emmental rallado
una cucharada de aceite
200 ml de nata
100 ml de leche
4 huevos
sal y pimienta
Elaboración:
Podéis preparar vosotros si queréis la masa quebrada (en el enlace de las recetas de mamá está) pero yo sinceramente os recomiendo que uséis cualquier masa quebrada que venden en los supermercados, la que yo usé de la cocinera me fue genial y te ahorra tiempo y convierte este plato en algo rápido y sencillo de hacer sin tener que meter las manos en harina.
Primero tenéis que precalentar el horno hasta que alcance los 180º, mientras podéis colocar la masa quebrada sobre una tartera redonda desmoldable. La colocáis y elimináis la masa que os sobre en los bordes con la ayuda de un cuchillo. La masa quebrada no sube tanto como el hojaldre, pero para aseguraros de que no suba podéis usar el truquillo de poner sobre la masa unos cuantos garbanzos a la hora de meterla al horno y la pinchamos con un tenedor. Introducimos la tartera en el horno durante 15 minutos a 180º.
ponemos garbanzos o almendras para que hagan peso y no suba
Cuando esté lista la sacamos del horno y nos preparamos para rellenarla.
Podemos preparar el relleno mientras que ésta esté horneándose: para ello freímos en una sartén el bacon que puede ser a taquitos o a lonchas cortadas en tiras pequeñas, yo lo hice de esta última forma. Cuando esté frito lo ponemos en un plato con un papel para que absorba el aceite sobrante.
Se baten los huevos en un bol y se mezclan con la nata y la leche, se sazona con sal y pimienta.
Ponemos el queso rallado dentro de la tartera con la masa quebrada e incorporamos también el bacon. Sobre ellos vertemos todo lo que hemos mezclado en el bol (huevo, nata y leche).
Introducimos la quiche en el horno y horneamos durante unos 30 minutos a 180º (hasta que veamos que ha cuajado el huevo y la nata, comprobando esto último pinchando con un palillo y viendo que este sale limpio sin restos de masa).
Nosotros la tomamos templada, pasados unos minutos tras sacarla del horno y fué todo un éxito. También se puede tomar fría, con lo que está bien para cenas así en plan de picar un poco de todo puesto que la puedes dejar hecha un par de horas antes de que lleguen tus invitados y te evitas estar metida en la cocina.
Esa noche también nos deleitamos con las Chistorras con pistachos y la Pastela Moruna que puse en anteriores posts, un lujo para nuestras tripas. Buen provecho!!